
El día que nací apareció por la ventana un hombrecillo raro.
Era una nube con unas cuantas bolitas blancas. Unos ojitos negros como de comic y una mini boquilla; decía que venía del País de la Fantasía y era mago. Me dio el don de la fantasía y me dijo que me sería muy útil en la vida, pero no es que me fuera muy bien.
En el colegio me entretenía mucho porque no atendía sino que me dedicaba a inventar pequeñas historias en mi cabeza. En la calle no miraba por donde iba, sólo fantaseaba, hasta en sueños por la noche y nunca prestaba atención a mi alrededor.
Una mañana, desayunando, de repente cai en otro sitio: un lugar raro, fantasioso, imaginario, paranormal y a la vez precioso. Muchos de los hombres eran como aquel que vino cuando nací, sus casas eran como dibujos de comic y todo era dibujos, unos mejores, otros peores.
Cada cinco minutos aparecía algo allí y nada tenía sentido. Un hombrecillo me dijo:
Era una nube con unas cuantas bolitas blancas. Unos ojitos negros como de comic y una mini boquilla; decía que venía del País de la Fantasía y era mago. Me dio el don de la fantasía y me dijo que me sería muy útil en la vida, pero no es que me fuera muy bien.
En el colegio me entretenía mucho porque no atendía sino que me dedicaba a inventar pequeñas historias en mi cabeza. En la calle no miraba por donde iba, sólo fantaseaba, hasta en sueños por la noche y nunca prestaba atención a mi alrededor.
Una mañana, desayunando, de repente cai en otro sitio: un lugar raro, fantasioso, imaginario, paranormal y a la vez precioso. Muchos de los hombres eran como aquel que vino cuando nací, sus casas eran como dibujos de comic y todo era dibujos, unos mejores, otros peores.
Cada cinco minutos aparecía algo allí y nada tenía sentido. Un hombrecillo me dijo:
-Hola, ¿me reconoces?
-¿Yo?
-Sí, tú.
-Pues la verdad es que no.
-Ya decía yo que eras muy pequeña cuando me viste.
-¿Tú no serás el hombrecillo que me dio el don de la fantasía?
-El mismo.
-Y ¿dónde estoy?
-En el país de la fantasía.
De golpe apareció detrás de mí un perro de, por lo menos, dos metros de altura.
-¡Guau, guau!
-¡Ahh!
-Tranquila, es un dibujo. No hace nada.
-¿Cómo es que está aquí? Antes no estaba.
-En este lugar aparecen todos los dibujos que hacen los niños.
-Y ¿aquí están todos mis dibujos?
-Todos y cada uno.
-¿Me los enseñas?
Tenía ganas de recordar. Dio un chasquido con sus dedos y aparecimos delante de una casa que ponía en la puerta:
DIBUJOS Y FANTASÍAS DE MÓNICA
Vi que me hallaba en el hospital y le pregunté a mi madre:
-¿Qué ha pasado?
-Te has desmayado.

Entramos y allí estaban todos mis dibujos: casas, muñecas, perros, gatos...
-Guau. No sabía que tenía todo esto.
-Je je je, se rió el hombrecillo.
Miré por la ventana y vi una gran montaña de casas.
-¿Qué es eso?
-La montaña de las fantasías malignas.
-No lo entiendo.
-Allí van todos los dibujos o fantasías terroríficos: vampiros, dinosaurios...
-No quiero ir allí.
-Tranquila, no lo haremos.
Otra vez me daba vueltas la cabeza y vi cómo todo iba desapareciendo.
-Ayúdame, le dije al hombrecillo.
-No puedo.
-Haz algo.
-Adiós.
-Guau. No sabía que tenía todo esto.
-Je je je, se rió el hombrecillo.
Miré por la ventana y vi una gran montaña de casas.
-¿Qué es eso?
-La montaña de las fantasías malignas.
-No lo entiendo.
-Allí van todos los dibujos o fantasías terroríficos: vampiros, dinosaurios...
-No quiero ir allí.
-Tranquila, no lo haremos.
Otra vez me daba vueltas la cabeza y vi cómo todo iba desapareciendo.
-Ayúdame, le dije al hombrecillo.
-No puedo.
-Haz algo.
-Adiós.
Vi que me hallaba en el hospital y le pregunté a mi madre:
-¿Qué ha pasado?
-Te has desmayado.

Mónica, 6º B
1 comentario:
Está muy divertido
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